Esta es la primera película realizada en Palestina. Las imágenes fueron filmadas por el cámara de los hermanos Lumière en la ciudad de Jerusalén, unos 15 años después de que el cine diera sus primeros pasos. La ciudad de Jerusalén registra un bullicioso trajín que se parece mucho al de cualquier otra ciudad árabe, a El Cairo, Damasco o Beirut. A finales del siglo XIX, Palestina tenía 500.000 habitantes, de los cuales 30.000 vivían en Jerusalén. En las imágenes vemos a una mujer con velo, musulmana suní, como la mayoría de los palestinos.