En julio de ese año, un glaciar en el Tíbet, nada destacado entre miles en la región, hizo algo documentado en la Tierra una sola vez: casi toda la masa de hielo se deslizó de su lecho, cayendo a gran velocidad en una poderosa avalancha, por laderas tan suaves que normalmente ni incluso una pequeña avalancha podría ocurrir. La mega avalancha, una de las más grandes jamás documentadas en todo el mundo, mató a nueve pastores y cientos de sus animales. Lo que sucedió a continuación fue realmente notable. Luego, un glaciar vecino hizo lo mismo...