El bebé, que ahora tiene cinco meses, tiene el ADN normal de su madre y su padre, más una pequeña porción de material genético de una donante. La controvertida técnica, que permite a los padres con mutaciones genéticas raras tener bebés sanos, está prohibida en Estados Unidos y acaba de ser legalizada en Reino Unido. En este caso pionero los padres del bebé, de origen jordano, fueron tratados por un equipo estadounidense en México. Y lograron asegurarse de que el bebé naciera sin la enfermedad genética que lleva la madre en sus genes.