Ethel Easter nunca imaginó que sería tratada del modo en que la trataron los doctores cuando entró a la sala de cirugía. Ella estaba inconsciente en la camilla, rodeada por doctores, anestesistas y enfermeros. Estas personas se supone que cuidarían de ella y que tratarían con respeto su cuerpo, sin embargo hicieron todo lo contrario. En el hospital de Houston Lyndon B. Johnson, Ethel sufrió las burlas de los trabajadores, quienes viéndola desnuda frente a ellos se pusieron a insultarla. Esta actitud de los funcionarios no surgió de la nada