"Un vino potente de sabor como un reserva no hará otra cosa que llenarnos la boca, saturarnos las papilas y no permitir que disfrutemos del sabor de la paella, y mucho menos si es un arroz marinero. En cambio con un vino seco y con un punto de acidez, acaso algo floral, el dulce del arroz incluso se realce por contraste, así como el sabor a mar del marisco y la sepia. Claro que podemos tomarnos una paella con un reserva, pero estaremos tirando el dinero: o del vino o del arroz"