Las emisiones históricas de dióxido de carbono (CO2) han aumentado considerablemente en el último siglo debido a las actividades humanas, en particular a la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural. La Revolución Industrial marcó el inicio de un aumento sustancial de las emisiones de CO2, impulsado por la rápida industrialización y el uso generalizado de combustibles fósiles para la producción de energía y el transporte. Desde entonces, las emisiones han seguido aumentando, sobre todo con la expansión de las