8 de agosto de 1893, el empresario Emilio Rotondo y Nicolau, pionero de la telefonía, gran aficionado a las antigüedades, ingeniero, coleccionista y paleontólogo, todo un personaje que llegó a fundar su propio museo arqueológico en Madrid, ofrece en una carta al Ayuntamiento de San Sebastián una ermita románica construida en el siglo XII, junto a la puerta de la Malaventura en el lienzo sur de la muralla de Ávila...