Si el año pasado al hacer balance del año que terminaba, 2017, destacábamos que había sido el año en el que por primera vez varios comunicados sobre la gravedad del problema medioambiental habían llegado hasta el gran público, el año 2018 destaca por ser el año en el que se inicia un nuevo ciclo de protesta, y el año en el que la ciencia volvió a dar de lado la transición hacia la sostenibilidad, aunque nos abrió una importante oportunidad. Bueno, no exactamente la ciencia, pero sí Joham Röckstrom, uno de los científicos más importantes a nive