¿Te das cuenta cuando lanzas miradas fulminantes o ‘barres’ a alguien? ¿Por qué lo haces? Puede que dirijas los ojos a algo que te llama mucho la atención, por ejemplo, una mujer con vestido, pero usando tenis deportivos, como me sucedió a mí una vez. Empecé por los tenis, que fueron los que me atrajeron, pero inevitablemente, mi mirada subió. La barrí y la mujer me dijo, como reacción inmediata, “¡a barrer a su casa!”, porque nuestras miradas proyectan emociones, y quienes las reciben, también las interpretan.