Los autores de este nuevo trabajo, cuyos resultados publica 'Proceedings of the National Academy of Sciences', sugieren así que no fueron asteroides, volcanes ni violentos fuegos de carbón, como se ha indicado hasta ahora, sino que se trata de las las arqueas productoras de metano llamadas 'Methanosarcina', que de pronto florecieron de forma explosiva en los océanos, lanzando enormes cantidades de metano a la atmósfera y cambiando radicalmente el clima y la química de los océanos.