Los investigadores creían que el ratón doméstico, introducido en la Isla de Gough por cazadores de focas a principios del siglo XIX, casi no tenía impacto en las poblaciones de aves marinas. Pero al adaptarse a su nuevo hábitat, los ratones se hicieron más grandes. Ahora, dice Jones, los ratones de la isla de Gough tienen el doble del tamaño del ratón doméstico promedio, muerden más fuerte y matan a aves 300 veces mayores que ellos. Explica que las aves "no han evolucionado para defenderse", como los albatros de Tristán, en peligro crítico.