En 1885 se desenterró la tumba de Ptahmes, de unos 3.200 años de antigüedad, en Egipto. La tumba desapareció bajo las arenas durante 125 años, cuando volvió a encontrarse y, en ella, su magnífico tesoro. De entre todos los bártulos, unas vasijas rotas son las que más han llamado la atención. Una masa blanquecina, en particular, habla de un producto muy especial de la historia: el que sea, probablemente, el queso más antiguo que conocemos. Y, además, en él se ha detectado un peligroso enemigo para nuestra salud: la brucela.