El estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Innsbruck, encontró que la preferencia por los sabores amargos estaba relacionada con el comportamiento psicópata. La asociación más cercana fue entre los alimentos amargos y el “sadismo cotidiano”, es decir, el placer de infligir niveles moderados de dolor a los demás. Y no solo el café negro resalta, el estudio también encontró que los participantes que informaron que les gustaban los rábanos, el apio y el agua tónica también tenían más probabilidades de presentar rasgos antisocial