La irrefrenable expansión de tecnologías cada vez más “inteligentes” hace prever que en este mismo siglo las máquinas podrían tener sentimientos, apreciación estética y hasta moral, en el marco de un proceso ya emprendido, aunque todavía incipiente, hacia la generalización de una inteligencia artificial. Según el experto en computación cuántica y biomimética cuántica además de profesor Ikerbasque Enrique Solano, “tarde o temprano se podrán construir máquinas que pensarán, crearán, tendrán conciencia de sí mismas y aprenderán a mejorarse con...