No hace falta una Ley de Memoria Histórica para querer cambiar los nombres de las calles. De la patriotera calle de Gibraltar Español (en Almería y en Torrijos) a la irreverente calle del Cristo de la Repolla, en Cifuentes, el callejero español está trufado de nombres esperpénticos que bien necesitarían un repaso. Cuando a la pedanía de turno se le agotan los personajes ilustres a los que dedicar las calles empiezan a tirar de nombres de grupos de rock (AC/DC, en Leganés), personajes de cómic (Tintín y Milú, Rivas-Vaciamadrid) o insignes pro…