El oro es caro porque, fundamentalmente, es escaso. En realidad, sin embargo, no es que sea tan escaso como parece, sino que resulta escaso el que podemos obtener de manera barata. Porque oro, en la Tierra, hay mucho más del que reluce. Por ejemplo, si extrajéramos todo el oro del núcleo de la Tierra, dispondríamos de tal cantidad que podríamos cubrir toda la superficie de nuestro planeta con una capa de oro de 45 centímetros de espesor. Pero ¿existe alguna posibilidad de alcanzarlo?