A veces en la vida las cosas no salen como a uno le gustaría. Lo que aparentemente eran dificultades se vuelven problemas. Problemas de verdad, de los que te afectan al carácter, a tu forma de ser, a tu manera de ver el mundo y de sentir las cosas. Es ahí cuando el concepto de fe toma sentido. Fe por las personas, por los cambios, por la suerte, por un futuro mejor donde los problemas se han superado, te han hecho más fuerte y te han ayudado a no volver a cometer el mismo error. Las gafas de la tristeza son muy peligrosas y el mundo...