Sobre la violencia de género, de sexo o doméstica, quedan muchas incógnitas por responder. Desde un enfoque social, es un asunto de justicia pero, también, de salud pública, con importantes influencias de y desde la estructura de la sociedad y de la cultura. Ha llegado el momento de estudiar los mecanismos neurobiológicos que están detrás de la violencia, sobre todo la de los hombres contra sus parejas, visto que el enfoque único legal y policial ayuda pero no termina con esta violencia. Un enfoque científico del problema es también necesario.