Rey de Inglaterra entre los años 1509 y 1547, Enrique VIII –miembro de la dinastía Tudor- ha pasado a la historia más por sus seis esposas, engañadas, repudiadas o ejecutadas, que por sus logros como monarca. Famoso también por sus litigios y enfrentamientos con la Iglesia Católica que dieron lugar finalmente a la Reforma Inglesa y la creación de la Iglesia de Inglaterra, se convirtió en un personaje odioso para muchos, con un carácter colérico, soberbio y vengativo. Pero, ¿acaso dicho temperamento era consecuencia de algún trastorno médico?