«Materia» física, aunque desconocida para nuestra Ciencia, a un cincuenta por ciento. Es decir, un «cuerpo» integrado por elementos tangibles y medibles (a un 50 por ciento) y por una «sustancia» más sutil (también al 50 por ciento) que, simplificando peligrosamente, podríamos definir como «espiritual». De ahí que no lo considerase «MATERIA», sino «MAT».