Este trabajo introduce una civilización descubierta, datada en el 10 000 a.C., a través de la orientación astronómica de sus estructuras. Esta civilización avanzada, llamada civilización madre, sería el origen de la religión, ciencias y artes, marcando el principio de la historia humana. Sin embargo, ha sido ignorada por la arqueología moderna, que ha confundido sus vestigios con formaciones naturales. Se propone un reconocimiento de esta civilización como la precursora de todas las civilizaciones conocidas.