¡Ay, amigas, el fat shaming! Lo que nos preocupay no porque todas estemos gordas. Al contrario, creo que la proporción de lo que la mayoría calificaría como “gordo” es bastante baja.Y yo soy uno de los representantes de esa minoría.Si estás gordo, ¿es CULPA tuya? La respuesta es, a priori, sí. Pero antes de lanzaros en plancha vamos a analizar un par de cuestiones.En primer lugar: culpa. La eterna y tan socorrida culpa. La herencia judeocristiana que arrastramos durante siglos. Por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa. Fat shaming