En estos tiempos tenemos que retornar al "hogar", a la sensación de estar en casa. Venimos del amor, somos sus hijos, pero una mente, un ego maleducado nos mantiene desconectados del amor, de la naturaleza, nos aleja de esa confianza en la vida y en uno mismo, nos hace vivir desde el miedo a la vida. Una mente "maleducada", desconocedora y/o desconectada de su potencial puede hacer infringir mucho dolor a uno mismo y al resto de personas, y en la mayoría de las veces ese dolor es auto infringido.