Transnistria se separó de Moldavia en 1990 porque creyeron que Moldavia sería parte de Rumania, y los ciudadanos de Transnistria se negaron a ser rumanos. Hubo enfrentamientos, pero en 1992 se logró la paz en parte gracias a un grupo de 1,500 mediadores rusos. El país no ha sido muy reconocido internacionalmente, dejándolo como uno más de los conflictos no resueltos, o como un estado congelado. Si bien la gente de Transnistria parece estar emocionada por unirse a Rusia, también son muy fieles al hecho de controlar su propio destino.