Los automóviles de hace casi un siglo, esos clásicos que estamos acostumbrados a ver en el cine, parecen tan endebles que van a romperse a la mínima piedra que se encuentren. Especialmente débiles parecen las ruedas, muy delgadas, y esa amortiguación tan de atracción de feria. Pero ya entonces, hace casi un siglo, había algún vehículo que emulaba a los 4x4 actuales rodando por caminos y zanjas y descendiendo pendientes que a mí me costaría bajar a pie.