1) Harina de calidad: Reemplazar la harina refinada por harina integral de trigo, avena, quinoa, centeno o cualquier otra de grano completo. 2) Restar grasas y sumar proteínas magras: Reemplazar la leche entera por leche desnatada o claras de huevo, queso fresco u otro lácteo desnatado. 3) Quitar el azúcar libre y endulzar de forma sana: Emplear alimentos como dátiles, plátano o puré de manzana. 4) Usar grasas de mejor calidad: Reemplazar la mantequilla por AOVE, crema de cacahuete o de almendra. 5) Frutos secos y desecados para la cubierta.