Preocúpate de conocer quiénes son esas personas, quienes son tus clientes, sus sensaciones, sus sueños, sus empresas, esa es la única materia de tu relación. Es inevitable, en nuestra sociedad actual, tener esa implicación personal, de persona a persona, donde lo que tiene que prevalecer es, sin duda, el sueño de tus clientes.