"Entonces, ¿por qué está este gas allí, a 50 km de la superficie del planeta?". La profesora Jane Greaves, de la Universidad de Cardiff, Reino Unido, y sus colegas están haciendo esta pregunta. Ellos publicaron un artículo en la revista Nature Astronomy detallando sus observaciones de la fosfina en Venus, así como las investigaciones que hicieron para tratar de demostrar que esta molécula podría tener un origen natural, no biológico.