En 2017, David Wallace-Wells, editor adjunto de New York Magazine, publicó un artículo titulado El planeta inhóspito, en el que relataba los peores escenarios posibles en un futuro cercano asolado por el cambio climático. El texto se viralizó en cuestión de horas, pero encontró en su camino las protestas y matizaciones de algunos científicos, que lo tachaban de excesivamente alarmista. Hoy, apenas dos años después, los últimos informes demuestran que Wallace-Wells y los climatólogos, lejos de exagerar, parece que se quedaron cortos