La colonia británica de Virginia fue uno de los primeros lugares en recibir, en 1619, a personas que provenían desde África o Europa (había quienes eran llevados voluntariamente, pero otros muchos de forma obligada). En uno de esos primeros viajes hasta Virginia, en 1621, llegó un joven africano, de 21 años de edad, procedente de la colonia portuguesa de Angola y al que cambiaron el nombre por el de Antonio. Allí trabajo a lo largo de 4 años en una plantación de tabaco, en la que conoció a una sirvienta llamada Mary y con quien se casó.