Elizabeth Magie era una gran partidaria del uso de juegos con fines pedagógicos, por lo que desarrolló varios prototipos, entre los que destacó el conocido como “Juego del Propietario” (The Landor’s Game). En 1903 consiguió la patente y su invento comenzó a hacerse famoso; hasta el punto de dar pie a una revisión llevada a cabo por la propia Elizabeth, en 1924. Lamentablemente, la alegría no fue eterna, y tras la llegada de la Gran Depresión, un vendedor en paro decidió patentar una variante del juego, a la que se bautizó como Monopoly.