Aunque el interés por la belleza y el significado de la experiencia humana en el espacio sigue presente, como demuestra el reciente éxito de la película Gravity, desde que el hombre llegó a la Luna, ser astronauta nunca ha vuelto a ser lo mismo. La exploración espacial se ha convertido en algo rutinario. Los hombres del espacio ya no son intrépidos exploradores, sino adiestrados operarios de laboratorios espaciales. Hoy los astronautas no son héroes nacionales, sino hombres corrientes. No ocupan portadas de periódicos ni reúnen a millones...