Terminó ronin, un samurái sin patrón, y en lugar de dedicarse al bandolerismo optó por algo parecido, a vagar, al sake y a las letras, para dar al haiku la categoría de poesía mayor. Matsuo Basho, nacido como Matsuo Kinsaku (1644– 1694), es considerado por la mayoría de los especialistas como el más grande poeta del Japón.