Cansado de esperar el momento en el que a la pregunta de ¿cómo estas? sienta que pueda contestar, esta vez siendo sincero, bien. Sin la sensación de que esa pregunta no es aplicable para mí, sin tener esa extrañeza de no saber qué contestar a esa pregunta o a otras como ¿qué te cuentas?
Eso, percibir estas como preguntas pertinentes en el resto de las personas, pero no para uno mismo, no es por otra cosa que porque simplemente, no tengo una vida.
"Vivir" así es sentirse atascado en la misma situación, mientras el entusiasmo de querer realizar cualquier proyecto en tu vida se esfuma, con el agravante de que no se trata de una idea la que te amarga, sino un dolor, sentir que vives en un cuerpo que no es normal, con la ansiedad que está asociada a ello.
Es esperar ese momento en el que el último médico que queda me diga: yo te voy a solucionar esto, o por el contrario, dar licencia a lo que de verdad uno siente: ese otro momento en el que ye no habrá mas represión ni lucha, ese momento en el que la palabra alternativa cobre todo el sentido del mundo y poner fin al absurdo de padecer un problema sin otra solución.
Señores, deseen que les vaya mal en el trabajo, que les deje la pareja, pero por favor, no desead a esa persona que os cae mal, dolor crónico.