Hoy me ha pasado una cosa que creo que no me había pasado hasta ahora. Resulta que se daban tres circunstancias a la vez:
1.- El gobierno catalán anima a los ciudadanos a protestar contra la sentencia del juicio del Procés.
2.- El gobierno catalán envía fuerzas de seguridad a reprimir las protestas contra la sentencia del juicio del Procés.
3.- Los soberanistas, utilizados según 1. y reprimidos según 2., se lanzan a defender al gobierno catalán.
Ya se sabe cuál es la escapatoria del cerebro cuando es incapaz de extraer una estructura lógica de la realidad. Vamos, que me ha entrado la risa, pero de verdad, no es una expresión. Luego lo he pensado un poco más y se me ha quitado la gana de reír.
España es un país, por circunstancias históricas y socioeconómicas, muy propenso a la irracionalidad, la falta de lógica, el esperpento y el ridículo, pero más mal que bien, se va conllevando. Lo de hoy, sin embargo, me ha asustado. Por un lado estaban los soberanistas diciendo cosas a mi parecer absurdas y faltas de cualquier sentido común, por otro los llamados "unionistas", muchos de los cuales tragan y han tragado sin ningún tipo de crìtica con irracionalidades y medias verdades del mismo tipo, pero de su bando, tomándoselo todo a chufla y pinchando y celebrando y sintiéndose muy confirmados porque el gobierno catalán le toma el pelo a los soberanistas.
Sinceramente, el grado que muchos han alcanzado en la aceptancia de cualquier cosa que venga de su bando, sumado a la división cada vez más grande en la sociedad española, me parece peligroso. Si empezamos a aceptar hechos carentes de cualquier lógica, entonces ya sólo será relevante el bando que los realice y cualquier pregunta sobre la ética y los efectos de los mismos será ignorada. Por primera vez veo esquemas de pensamiento que no tendrían ningún problema en justificar revueltas, pogromos y persecuciones.
Por eso digo que es hora de ponerse serios con el Procés.
Unionistas, os pido encarecidamente que dejéis los chistes sobre el Procés, la satisfacción del "vamos ganando siete a cero", las generalizaciones a un movimiento en el que se ha reunido mucha gente diferente, que no os afecte el orgullo herido de que alguien os acuse todo el rato de cosas en las que no os reconocéis. Por favor todo eso dejadlo estar.
Soberanistas, por favor, empezad a ser críticos con el Procés y con sus dirigentes políticos, comprended, por favor, que criticarlo no es necesariamente criticaros a vosotros ni vuestras esperanzas, sino que sus bases jurídicas y filosóficas son debatibles y su realización un desastre y un despropósito total (como demuestra el hecho de que el resultado haya sido absolutamente nulo, salvo las condenas). No os dejéis tampoco vosotros arrastrar por el orgullo herido de que se os acuse públicamente de cosas con las que no comulgáis.
Lo que pido es que nos pongamos a hablar del Procés en serio. Que miremos hechos, datos. Que el debate sobre la sentencia sea con argumentos jurídicos, no políticos, porque así es como se habla de una sentencia cuando se habla en serio sobre ella. Que el debate sobre si es verdad o no que se extraen 6000 millones de euros al año en impuestos de Cataluña se haga con datos y leyes fiscales, no con atribuciones de intenciones, porque así es como se habla de impuestos en serio.
Si lo hacemos así, la división en la sociedad solo puede reducirse. Si no lo hacemos, espero que no vaya a peor, no tiene que ser así necesariamente, pero nos arriesgamos a que crezca aún más y España acabe mal.
Un saludo.