Este corona-virus (y muchos otros antes que él) ha surgido en algún mercado insalubre donde animales recién sacrificados están expuestos al sol durante horas en proceso de putrefacción, esperando un comprador que se los lleve a la mesa.
Suponer o sospechar que ha sido creado en un laboratorio sería darle una etiqueta especial a un virus frente a miles o cientos de miles de virus que han surgido antes que él por obra y gracia de la madre naturaleza. Por lo tanto, la hipótesis más sencilla y más plausible es que este virus también ha sido creado por la madre naturaleza, siguiendo simplemente las leyes de la evolución de Darwin, que en última instancia vienen a establecer que este virus (como todos los otros) tiene derecho a luchar por su supervivencia aunque ese derecho entre en conflicto con nuestros intereses como especie.
Pues bien, cuando el comprador finalmente se los come (sea en forma de sopa de murciélago o en forma de gato con salsa al curry), el virus pasa de animal a humano. Y a partir de ese punto, la propagación más o menos exponencial al resto de los humanos, ya es historia.
Pero en todo este proceso hay un hecho CRUCIAL. Y este hecho es (o mejor “son”) las condiciones insalubres del mercado en cuestión. En Asia, en África, en muchos países tercermundistas y en otros tantos en vías de desarrollo, las condiciones insalubres de los alimentos de origen animal, expuestos al sol, con escasa ventilación, pudriéndose, campan a sus anchas a diestro y siniestro (más bien a siniestro)… Con un flotar en el ambiente de “es lo que hay, lo tomas o lo dejas”… Y conque hay hambre, pues lo tomas.
Y cuando lo tomas, naturalmente, te contagias (con el dudoso honor de ser el caso 0) y también naturalmente, lo propagas por los siglos de los siglos, amén.
Creo que esto encierra una lección muy clara que deberíamos aprender y enmendar por el bien de la humanidad, de nuestros hijos y de nuestros nietos:
Y es esta:
Ningún gobierno debe permitir que existan condiciones insalubres en los mercados de alimentos y debe perseguir con todo el peso de leyes muy severas los mercados clandestinos.
Pero que dices loco! (me dirán muchos) si esas condiciones insalubres son el resultado directo de la pobreza de esos países, cómo lo vas a poder erradicar???
Pues muy sencillo: erradicando la pobreza de la faz de la tierra, repartiendo lo más equitativamente posible la riqueza que hay en estos momentos.
Con la actual crisis del Corona-Virus ha quedado claro que no repartir la riqueza es un suicidio colectivo, quizá no con este corona-virus, pero sí con el siguiente o siguientes…
Y los Corona- Virus no entienden de fronteras, ni de status social, atraviesan todas las capas de la sociedad.
Por eso si no se reparte la riqueza, tú que me estás leyendo, por mucho que “cabalgues en el dólar” estás en peligro permamente.
Por eso te digo: mueve el culo, activa tus lobbies y dispón las cosas para que tu riqueza y la de personajes acaparadores como tú, llegue a todos los rincones de este denostado planeta.
Y hazlo ya!
Nota especial: ya sé que el título de este Artículo es algo pretencioso: sin duda este Corona-Virus nos ha dado muchas y valiosas lecciones que debemos aplicarnos en nuestro día a día. Pero, por favor, permítaseme esa licencia porque es una forma de enfatizar que esa es, sin ninguna duda, la Lección más importante de todas las que hemos tenido que aprender en este corto espacio de tiempo.