Es la misma sensación de desvanecimiento de un puñado de arena en la palma abierta. Inspira y la contemplas como una referencia. Pero en cuanto te apegas, el viento va moviendo los granos, deslizándose por la mano, o bien, volando...hasta que con impotencia, ya sólo queda las marcas de tus manos.
Asi se lleva los sueños de las personas. Sueños sin poder realizar. También así, te planteas, que tormenta de arena debe de haber en algún lugar, no se en qué lugar, donde están los sueños rotos de toda la gente que ha pasado por la Tierra, ya sea desde Eva o desde la especialización del humano.