La tentación del populacho

Hace muchos años fui socio infantil de un club de futbol de tercera división (estuvo a punto de subir a segunda), y una de las cosas que mas recuerdo es que al salir arbitro y jugadores al campo, solo asomar su sombra fuera de la caseta, varios espectadores empezaba a llamarles de todo menos guapo, de hijodeputa para arriba, ante las risotadas y la complacencia de la mayoría.

Es un ejemplo de como funciona el populacho, Es un mecanismo sencillo, un grupo que agrede a un inocente (con el que no tienen objetivamente ningún posible rencor) con el beneplácito de la sociedad y los poderes públicos. Una violencia que sirve como válvula de escape sustitutoria de los auténticos generadores de las malas condiciones de vida de la gente.

Al ser diferente la expresión de la agresividad en hombres y mujeres hace que esta se canalice de forma diferenciada para unos y otras, para los varones el futbol, la caza, las becerradas... y para las mujeres a través de formas mas "psicológicas" como la maledicencia y el chismorreo promocionadas en lo que se llama "lo rosa" o "del corazón". Inmiscuirse en la vida privada ajena, lo cual es una agresión aunque algunos de los agredidos se avengan a ello por dinero , por vanidad o porque son gilipollas. La wikipedia define estos programas que "se dedican a informar sobre la vida privada de las celebridades...muchas veces a través del acoso...a través de todo tipo de suposiciones y conjeturas sobre la vida privada de las personas.

Todas estas formas de populacho no son liberadoras sino profundamente embrutecedoras, no solo no arreglan los problemas sociales sino que convierten a los participantes en unos opresores, tanto directamente en el caso masculino como por delegación en los "periodistas" que ofician el tinglado en el femenino.

Y uno de los principales perpetradores de esta bazofia alienante (hay que llamar a las cosas por su nombre) es Jorge Javier Vazquez, que ahora lo quiera incorporar Pablo Iglesias a su canal RED, a parte de que personalmente me ha dejado flipando en colores, pone en cuestión lo que debería se la cultura popular en la izquierda. Creo que Gramsci y Walter Benjamin escribieron sobre ello en otros tiempos pero que habría que plantearse como podría ser en el caso de una tv en abierto (por fin) en la actualidad, pero caer en el fomento del populacho no creo que sea una buena idea, quizás atraiga público nuevo pero seguro que perderá espectadores de los ya convencidos que ya seguían La Tuerca y que leen (que leemos) el diario Público.

O puede que todo sea un bulo concebido para llamar la atención y que se hable del asunto suscitando un interés a través de la provocación... no se.