Sobre si libro de papel o libro electrónico, papel ¿Por qué?

Por futuro, el libro de papel es la apuesta porque el libro, o lo que rodea la existencia de los libros, siga existiendo en el futuro. Porque en los libros hay mucho más que leer un libro.

Si sólo atendemos a la comodidad a la hora de leer, podemos plantearlo de una forma totalmente subjetiva, y entonces, no importa el soporte en el que leamos, papel o pantalla, libro u hojas sueltas. Digo que no importa en el sentido de que no se puede determinar una forma mejor, cada uno elegirá la suya. Ahí es donde lo electrónico esta consiguiendo su espacio, porque efectivamente, para el acto unitario de leer, para algunos, o para muchos, resultará más cómoda la pantalla. Pero esa comodidad, traída de la mano de lo digital, es uno de los factores que deben alertarnos. La comodidad que nos ofrecen busca inclinarnos haca una opción, con la máxima facilidad posible, para que realicemos la mínima reflexión posible antes de elegir.

¿Y que es aquello sobre lo que interesa que reflexionemos lo mínimo? Todo el universo que existe alrededor de la existencia de los libros en papel. Todo lo presente, pasado y futuro, que existe porque los libros existen en papel.

¿Que son los libros para el presente?

Todas esas actividades alrededor de la lectura que sólo son si los libros son de papel. El pasear entre las estanterías de una biblioteca o una librería. Es vagar al encuentro de aquel que nos llamará la atención. Hojear, tantear, abrir al azar para saber si un párrafo suelto nos seduce.

Se podría decir que también puedes navegar en una biblioteca digital, pero, por un lado, desaparece la parte de las sensaciones que, físicamente, proporcionan los libros.

Parte fundamental del presente es el librero. Alguien que cuando te conoce puede ser un buen guía para llevarte a aquellos en los que quizás no repararías. Alguien que aporta al trato con los libros variación personal, en la selección, en la forma de recomendarlos, en el recuerdo de haber llegado a ese libro. Ese elemento que se pierde necesariamente en las grandes escalas, como lo serán la venta de libros digitales.

La parte social de acercarse hasta la librería, que como cualquier paseo, alimenta nuestro espíritu si vamos con actitud observadora.

Sobre qué son los libros en el pasado

¿a que me refiero? Cuando el pasado ya no es, ni hubo un pasado con libros que no fueran de papel. Pues a imaginar que podría habernos legado el pasado si en otros tiempos los libros ya hubieran sido digitales. Legar pensando tanto en una escala personal como refiriéndonos al legado histórico.

Sobre lo personal, pienso en cómo el que nuestros padres, abuelos tuvieran libros hizo que nosotros pudieramos tener desde niños su influencia. La presencia física de los libros en una casa es una invitación a la cultura, es hacer natural la compañía del libro. Es tener lo más a mano posible, desde lo más pronto posible, la entrada en ese universo de fantasía y conocimiento.

También da el libro en papel la posibilidad de heredar los libros de los antepasados, de forma que nos llega algo más de ellos, nos pueden transmitir lo que les interesaba, y como era su mundo particular. Podemos conversar con lo que a ellos les interesaba.

Todo esto no existiría si desde, por ejemplo, hace un siglo se utilizaran libros electrónicos. No heredaríamos nada de todo esto, porque dependeríamos del aparato tecnológico que hubieran usado, quien sabe si podríamos seguir leyendo el mismo formato digital. Además, el libro físico se compra, se tiene, se presta, pero perdura en el tiempo. El libro electrónico, por un lado, podemos no poseerno nunca, si lo que pagamos es el servicio que nos permite tener acceso a unos libros sólo mientras nos mantengamos suscritos. Por otro, aunque adquiramos una copia digital, que lo lleguemos a transmitir dependerá de que hagamos con ese fichero, que finalmente acabe en un lugar al que vayan a tener acceso los herederos. Y aún así, ¿que es lo que tendrán? una colección de ficheros conteniendo libros que serán como cualquier otra, no contienen nada personal, no tendrán ninguna cualidad que les haga aportar algo diferente.

Que nos dan los libros en papel para el futuro

Más posibilidades de que la cultura, los libros en sí, lo que nos cuentan los libros, sobreviva a una época de censura. Censura no es sólo prohibir. Para combatir eso tan bueno podría ser el guardar copias digitales de lo prohibido como tener un escondrijo donde esconder libros prohibidos. En ambos casos, finalmente alguna copia sobreviviría.

Pero censura no es sólo prohibir, también es alterar al gusto del censor, y ahí es donde lo digital es un soporte que ayuda para este. Ayuda a que lo alterado pueda difundirse sin que quien lo recibe tenga una forma fiable para distinguirlo del original. Si conocía la obra, el ruido de las modificaciones le harán ir perdiendo la referencia original. Si no la conocía, nada le podrá alertar de que está siendo engañado. No pasa lo mismo con el papel, los libros envejecen, tienen la información sobre la edición, y comparando dos ediciones diferentes podemos investigar cual es la más próxima a la obra original.

PS: Esto no significa no leer todo aquello que se produce directamente para ser leído en digital, como pueden ser innumerables blogs o revistas digitales. No hay que dejar de recibir la información y conocimiento que nos llega de variadas formas. Pero diferenciemos entre lo que se produce con vocación de difusión digital de lo que está en formato electrónico por una cuestión de facilitar su venta, pero nació pensando como libro.

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