Ser yo mismo es la noche en la que la realidad no tiene sentido. La noche en la que ya no hay más rectificación ni diques del pensamiento, sin acudir al autocompadecimiento, más bien superar la verdad que está detrás. Se alcanza el vacío. Entonces ya puedo ser yo mismo: cada sueño y problema de las personas no tienen un significado genuino, sino la voluntad de lo que quiera que sea la voluntad de la especie por sobrevivir, solo eso. No lo percibimos así nosotros, que como humanos, somos tan desgraciados de tener el dudoso don de crear y creer en ideales o valores, mientras que la realidad que está ahí de fondo, es más basta e indiferente:una especie que no ha estado ni un segundo en la historia de la Tierra que necesita de un sentido. Aún el vacío y la escasez de este es más confirmado cuando te das cuenta de que si el sufrimiento de una persona va a ser un sin sentido de práctica asegurada, qué (no) puede significar que un niño en X país no sobreviva una semana, o todas la putadas que se han hecho en la historia, que aunque sean en favor del progreso, este sigue sin tener sentido o estar justificado.
Las personas no duran mucho en la vida de las otras personas y el amor, que se suponía la referencia, no está exenta de reglas a las cuales están supeditadas.
Ahora mismo, o dentro de algún tiempo, cuando este algo más sugestionado ..¿ O hay acaso alguien que no se haya planteado irse de aquí prematuramente? Cuando hablas con el lado de la persona que da vueltas en la noche tratando esto, es cuando conoces a la persona y no a su avatar social, en esta mentira oficializada que es el alimentar el ego.