Se van a cumplir tres semanas desde que se decretó el estado de alarma, y desde el grupo SexoMercado queremos aportar algún resumen del devenir de la información sobre sexualidad y la prostitución en estos días, en relación al CoVid-19.
Desde el primer decreto de alarma, algunas dudas asaltaron en nuestro contexto sobre la aplicación de las medidas que conllevaban los decretos del gobierno. Nadie hizo una mención explícita a la promiscuidad sexual y a las relaciones sexuales en un primer momento. Se sobreentendía que las relaciones entre parejas que convivían no iban a sufrir consejos ni controles, ¿pero qué se decía de las relaciones extramaritales o actividad de solteros?
Todo se fue aclarando con el nivel de restricción de movimientos, que impedía en realidad mucha duda de interpretación en la relaciones fuera de casa. Hubo acciones policiales relacionadas con la prostitución que confirmaban la restricción a cualquier actividad, aunque no se llegaron a escribir directrices claras desde el gobierno. En esas circunstancias y en vista del alargamiento de los periodos de confinamiento que se avecinaban, diferentes iniciativas comenzaron a buscar ayuda para prostitutas que dejaban de tener ingresos de manera abrupta.
A lo largo de estos días, diferentes informaciones relativas a la sexualidad has ido apareciendo, con distinto grado de consenso. En algunas se informa que los fluidos sexuales no transmiten el Covid-19 mientras que se da por hecho que una relación íntima difícilmente no involucrará contagio de un virus de fácil transmisión en la comunicación o la proximidad personal. La aceptación gradual de la existencia de positivos asintomáticos que pueden contagiar han refirmado finalmente la idea de que tampoco las relaciones sexuales entre convivientes es positiva para frenar la curva de contagios.
Las informaciones relativas a la carga viral han aportado nuevas variables al debate. Ya que si hay un umbral de carga viral necesaria para el contagio (o tiene influencia directa en su probabilidad) parecería que el sexo podría ser una vía de transmisión reforzada del CoVid-19. También si existieran diversas cepas o mutaciones que pudieran empeorar la infección viral, la promiscuidad sería un factor añadido de agravamiento en los contagios y sus efectos como enfermedad.
Creemos desde el grupo SexoMercado que una vez más la sexualidad se ha tratado con notable tabú y se han dado por irrelevantes consejos o directrices que no lo eran. Seguramente el seguimiento de directrices sobre la sexualidad conyugal hubieran sido difíciles de comprobar o vigilar, pero igualmente deberían haber sido publicadas y explicitamente contempladas. Las consignas para el comportamiento de solteros o parejas sin convivencia tampoco hubieran estado de más. Y en el último caso, concretar que actualmente desconocemos mucho sobre los efectos de la sexualidad en el contagio y posteriores efectos.
En lo que respecta a impacto en la actividad anunciante en los portales de prostitución, el parón ha sido total, si bien algunos anuncios ya comprometidos antes del decreto de alarma siguen apareciendo visibles. Los ingresos en el sector publicitario se han detenido sin paliativos, lo que hace pensar que la actividad de prostitución que tiene lugar en estos días al menos en lo que refiere a contactos vía web es residual.
Las visitas de un portal como SexoMercadoBCN, a pesar de ofrecer alternativas de entretenimiento y de cibersexo entre usuarios ha decaído aproximadamente un 50% sobre los valores promedio. Los perfiles de chicas que se han iniciado en servicios de chat erótico y webcam ha aumentado estos días aunque desde nuestro grupo no podemos cuantificarlos.