Después de la odisea cotidiana de pasar a ser residente temporal de Holanda y la burocracia añadida (...) descubrimos que hay un país en su interior totalmente desconocido.
El que os escribe emigró a finales del año pasado a tierras más frías, húmedas y llanas. Mediante una empresa de colocación temporal - a ellos, habilidosos con la picaresca y las triquiñuelas legales, les gusta más llamarse "agencia de reclutamiento"- fui contratado por Randstad NL para trabajar en un polígono industrial de las afueras de Utrecht. La empresa es muy conocida aquí en Holanda, y concretamente nos colocaban en su división de compras online. Es una cadena de comercios dedicados al menaje del hogar y textil que es omnipresente en los Países Bajos. Lo que en España sería el bazar chino o el todo a cien pero en versión un poco el Corte Inglés.
Al mismo tiempo que pasábamos la odisea cotidiana de ser residente temporal de otro estado y cumplir con la burocracia añadida, y nos las veíamos un poco putas con el inglés, yo y los otros cinco compatriotas que dimos con nuestros huesos en un camping de bungalows, descubrimos que hay otro país en su interior totalmente desconocido.
Polandia.
Porque si los españoles hacemos ghetto corrillo y nos juntamos sólo por no esforzarnos demasiado a la hora de comunicarnos, los inmigrantes polacos nos superan con creces en Holanda. No sólo por su número (160k residentes polacos frente a los 40k españoles*), sus costumbres y su especial idiosincrasia perviven más allá de Varsovia.
La verdad es que vivir en los Países Bajos sin tener ni idea de holandés y con un inglés muy básico es posible, siempre y cuando se hable o se sea polaco. En España a nadie se le pasaría por la cabeza el poder hacer una vida totalmente normal sin hablar español y prosperar. Entiéndase un trabajo que muchos querrían en la península sin tener que pelearse en infojobs con 5k personas más inscritas: se paga semanalmente, y cotizando desde el primer minuto trabajado. Pero los Países Bajos y su clase obrera polaca, con más de 100k compatriotas trabajando en construcción y logística principalmente, generan este escenario tan peculiar.
Es más que habitual encontrar los avisos y normas escritas en polaco (pero no en inglés) en las localizaciones donde son hospedados por las ETTs. Y generalmente estos alojamientos son dirigidos por compatriotas y en varios disponen de polish supermarket, los cuales se abastecen de viandas de su país -pierogis, gulasz y kefir, pero sin olvidar la cerveza; todo un deporte nacional.
En el trabajo, antes de una jornada como orderpicker, el team leader da el briefing diario, en holandés, pero al terminarlo una compañera dará la misma charla en lengua polaca. Vuelve a repetirse la misma sorpresa; ni rastro del inglés. Niema problemo. Eso no quiere decir que el inglés no esté presente, pero es curioso como en ciertos aspectos las empresas utilizan el polaco para evitar ciertos malentendidos y pienso yo, los típicos "es que no entiendo". En los descansos socializar con los compañeros es otra meta cumplida, ya que quitando los trabajadores holandeses fijos contratados por la empresa -que son normalmente pocos, dado que las ETTs tienen sus oficinas integradas dentro de las empresas y son las que ejercen de recursos humanos- las y los polacos que hay en estos centros a menudo suponen más de un 50% del conjunto de los trabajadores. Apartados del resto están los contratados directamente por la empresa, mayoritariamente holandeses, que son más bien reservados con los extranjeros. Los más jóvenes o simplemente los que ya están a las ordenes de la uitzenbureau, tienen menos remilgos en socializar con los inmigrantes.
(Otro caso para comentar aparte sería el marroquí, con 350k migrantes; y más en particular el islámico, con un total de más de 1 millon. Estos, por lo que he podido observar hasta ahora, están más presentes en puestos de mando intermedio o cómo conductores de toros y similares. )
El perfil más habitual de la inmigración polaca que se ve en logística son parejas jóvenes de unos veinte y pocos años que han venido a trabajar unos meses para pagar la entrada de una casa en Polonia o montar una empresa. No les interesa aprender holandés, ya que volverán en poco a su país; y el inglés lo suelen hablar como lo hablamos los españoles en general. Los que se quedan y aprenden holandés tienen muchos números de trabajar de jobcoach o puestos de gestión en recursos humanos. Y las razones son obvias, no se espera que este flujo migratorio descienda.
¿Y qué son los joabcoach? En teoría son una cosa muy moderna y que debería funcionar muy bien, puestos por la empresa de colocación para mediar y ayudar a los empleados temporales; es quien te hace la cita en el ayuntamiento de turno para conseguir el BSN (el número de la Seg. Social holandés) o con el médico, por ejemplo. Así que es bastante importante en ciertos momentos poder contactar rápidamente con ellos. Y si eres polaco, así es. Tienes jobcoachs que hablan en polaco para atender tus dudas y cuitas varias y que cada dos o tres días aparecen por el centro de trabajo. En cambio, nuestra joabcoach, que era holandesa y hablaba español, se pasaba más tiempo enferma o de vacaciones que trabajando. Y de hecho nunca llegamos a conocerla en persona.
Ah, y volvemos a las señales; nos encontramos en el centro de trabajo nuevamente con señales en holandés y polaco. Pero al menos aquí alguien ha pensado que no sería mala idea incluir también el inglés.
De vuelta a casa, los polacos constituyen alrededor de un 90% de los alojamientos temporales que ofrecen los uitzenbureau a los EUFlex Workers, que en muchos casos no son otra cosa que campings de bungalows, que como el primer al que llegamos, están en medio de la nada y alejados de la mano de Dios.
*Kurwa! -puta-y robota pierdolona -puto trabajo- son varias de las palabras que se más se escuchan al llegar del trabajo en estos emplazamientos. Quizá porqué no todo es de color de rosa para los inmigrantes polacos, que en muchos casos son mano de obra barata, de los cuales varías intermediarias se llevan un pellizco de su nomina.
En primer lugar quien nos "selecciona" en el país de origen (la selección es simbólica porque llegamos a Holanda ya con el contrato firmado y proporcionado por la misma agencia), la filial -en el caso de Randstad es Tempoteam, ejemplo- o una empresa externa afiliada; y la que finalmente pone los trabajadores al servicio de la empresa final, con Adecco o Randstad. Así, pasamos de los más de 15€/hora que cobran los trabajadores directos, a los 9€ que cobran los que pasan todos los filtros. Que no es poca diferencia.
** Los datos estadísticos utilizados son de dominio público y actualizados a fecha de 2018 por el Central Bureau voor de Statistiek, el homólogo holandés del Instituto Nacional de Estadística español. Podéis acceder a ellos mediante éste link.