La primera pata del problema:
Que los políticos sigan gobernando es garantía para la extinción de la humanidad.
Un político no tiene la formación técnica ni científica suficiente para revertir el cambio climático ni los desafíos de gran calado a los que nos enfrentaremos a partir de ahora en adelante.
Que cualquiera (sin la debida formación) pueda figurar en listas electorales, es un suicidio colectivo.
Los políticos han demostrado que son cortoplacistas (no ven más allá de los 4 años del ciclo electoral), oportunistas (nuestra historia reciente está salpicada de casos de corrupción), sobornables y al servicio de los poderes fácticos establecidos (Lobbies en los congresos a lo largo y ancho de todo el mundo).
La segunda pata del problema:
El ciudadano medio tiene muy metida en la chota la siguiente frase: "pido a los políticos que arreglen esto, eso y aquello"
Con esa frase, el ciudadano medio ya ha "cumplido" con su obligación, su subconsciente podrá quedar tranquilo y hasta podrá dormir por las noches.
Ya ha delegado. "Misión cumplida"
Qué cómodo! "Pido a los políticos..."
--Oye tú, ¿has hecho algo para salucionar el problema?
--Sí, ya se lo he pedido a los políticos.
--Ah! Fantástico, problema resuelto entonces.
Y así con esta lógica estúpida, hasta se organizan manifestaciones con cientos de miles y hasta millones de personas para... "pedir a los políticos"
La tercera pata del problema:
El clima.
Los científicos han "pedido a los políticos" durante más de 100 años que hiciesen algo para evitar lo que ya está sucediendo.
Esas peticiones de los científicos entraron por los orificios auditivos de los políticos, salieron por el otro orificio auditivo, siguieron en línea recta y se estrellaron en algún lugar de la vía láctea.
LA SOLUCIÓN:
"Pido a los políticos" que dimitan todos. La gobernabilidad del mundo sólo puede estar en manos de los científicos, ingenieros y tecnólogos.
Si no es así, este barco se hundirá sin remedio.