La perversión de las zonas de bajas emisiones (ZBE)

Como es preceptivo antes de recibir la pedrada, me pongo la venda: soy partidario de que se lleven a cabo medidas para reducir las emisiones contaminantes y además apoyo la opinión científica mayoritaria de que el cambio climático actual se debe a causas humanas. Dicho esto, hablaré de las famosas ZBE y lo perverso de su implantación. Las ZBE, como es sabido, son las zonas restringidas a ciertos usos de vehículos de motor de combustión, y son de implantación obligatoria para municipios de más de 50.000 habitantes.

La UE ha impulsado la creación de estas ZBE, pero que yo sepa no tiene una directiva concreta sobre qué características deben tener, así que queda en manos de cada país hacerlo como le parezca oportuno. En España las ZBE están reguladas por la Ley 7/2021, de 20 de mayo, y el Real Decreto 1052/2022, de 27 de diciembre. Como es habitual en nuestro país, las leyes se arrojan a los ciudadanos, en lugar de sostenerlos. Digo esto porque, con una intención beneficiosa, la implantación real de estas medidas es un desastre y además un abuso a un gran grupo de ciudadanos. Aquí va una pequeña lista de estos abusos y medidas que parecen ir en contra del espíritu de la ley y de proteger a los ciudadanos:

  1. La concesión de etiquetas a los vehículos es errónea, cuando no entra directamente en el fraude. No tiene sentido que un coche pequeño de gasolina de 1100cc no tenga ninguna etiqueta por haberse fabricado en 1999, y un monstruo como este (www.bmw.es/es/coches-bmw/x/X5/2023/caracteristicas.html) tenga etiqueta 0 (¡CERO!) cuando tiene un consumo medio de alrededor de 10 litros/100Km. Sí, ya sé que los vehículos antiguos se fabricaron bajo normas EURO no sé qué, y los de ahora son EURO5, EURO6 o la que toque. Pero este sistema NO TIENE LÓGICA.
  2. Sobre el tema anterior, dado que todos los vehículos están obligados a pasar la ITV y a medir sus emisiones, lo lógico sería que las pegatinas se asignaran en función de esas emisiones reales, y no de un criterio tan absurdo como el año de fabricación.
  3. La falta de equilibrio de esta ley es evidente, lo que la convierte en un abuso. Hay cerca de un 29% de vehículos en España a los que no corresponde ninguna pegatina (clasificación A de emisiones). Se comprende que habrá todo tipo de personas afectadas por las ZBE, pero no se ha tenido en ningún caso en cuenta la capacidad económica de los afectados. Si tiene usted dinero, cómprese un híbrido. Si es usted pobre, jódase, amigo: le ha tocado quedarse sin vehículo, quizás para siempre si no está en condiciones de comprarse otro. Pienso en parados, jubilados con pensión baja, familias que apenas llegan a fin de mes ¿De verdad tienen que dejar de conducir y de poder desplazarse mientras otros pueden llevar un mild-hybrid de 3500 cc hasta el mismo centro de las ciudades con su etiqueta CERO?
  4. La ley se aplica con efectos retroactivos. Sería razonable que se pusiesen estas restricciones a nuevos vehículos, y esperar a que los antiguos fueran dándose de baja en un proceso natural. Pero no, se ha preferido aplicar a lo bestia, sin tener en cuenta los problemas, en algunos casos terribles, que se les vienen encima a algunos ciudadanos. Si usted es un parado que vive dentro de una ZBE en Barcelona o Madrid, dentro de poco no podrá ni mover el coche de donde lo dejó aparcado. Más vale que llame a una grúa que se lo lleve al desguace más cercano. Cómprese un Mercedes híbrido, hombre.

Es en definitiva una ley que no atiende a las necesidades de los más débiles, que es precisamente la peor perversión de una ley. Una vez más, en el país en que banqueros, infantas, empresarios adictos, hermanísimos, primos y demás se mofan de una justicia pestilentemente genuflexa, currelas, parados, jubilados, pobres en general han de ser severamente castigados por el hecho de serlo.