Hoy, 21 de agosto de 2021, paseaba yo con mi familia por el centro de Luarca (estamos alojados en una casita rural a unos 15 minutos de este municipio) y observamos con sorpresa que al entrar en la localidad, en la calle Crucero, se concentran varias docenas de personas bebiendo alegres y despreocupados, sin mascarillas, sin ningún tipo de distancia interpersonal, de pie a las puertas de los pocos bares que hay en esa pequeña calle.
Con una sencilla búsqueda en Internet descubro que se celebra la fiesta de San Timoteo. Unos pocos metros más allá, en la plaza de Alfonso X el Sabio, una agrupación musical realiza las pruebas de sonido. En un espacio acotado, con sillas, y bajo la atenta mirada de un miembro de protección civil y varios policías municipales.
Lógicamente me asalta una duda: ¿Para qué se aplica, por parte del ayuntamiento, un protocolo COVID estricto en una parte del municipio mientras se hace la "vista gorda" con lo que sucede en la calle de al lado? Igual son sólo cosas mías, pero no entiendo nada.