2019 y seguimos igual. Recuerdo perfectamente aquel debate de Pizarro vs Solbes donde el primero se afanaba por aclarar la verdadera situación económica a la que se enfrentaba España y Solbes solo era capaz de soltar una retahíla de conocimientos inertes e incapaces de abordar las sorpresas que siempre arroja la cruda realidad sobre el papel académico.
Recuerdo perfectamente los comentarios dolorosamente prepotentes de los que aseguraban que Solbes había barrido al analfabeto de Pizarro con su conocimiento y su verborrea. En su opinión, todo cuanto el entonces candidato a ministro de economía de la 'derecha' advertía era pura exageración y mentiras.
Lo cierto es que a la realidad le importa muy poco lo petulante y bien intencionado que un discurso pueda ser y el tiempo acabó dandole a Pizarro la razón.
Lamentablemente Solbes fue quien ganó y no Pizarro, y lo que sucedió después ya todos lo sabemos. Durante la crisis más sangrante de nuestra historia moderna al mando tuvimos a un patán sin la más minima ocurrencia incapaz de abordar un solo problema. Un patán encumbrado por el dogmatismo y la peste burocrática que infecta nuestros gobiernos.
Hoy tristemente se vuelve a repetir exactamente el mismo devenir en otra crisis: la de la inmigración masiva.
Os dirán que exageráis, que sois fachas sin corazón, que no tenéis derecho a opinar por el mero hecho de no ver todo de color de rosa, o simple como un cubo.
Y una vez más vendrá el tiempo a daros la razón mientras los demás agachan la cabeza y hacen como si no hubiera pasado nada, como si no tuvieran nada que ver y nunca te hubieran despreciado por el mero hecho de pensar.
Dadle 3 años a lo sumo.