Moscú, 13 de Septiembre de 1999

Un poco antes, el día 3 en Buynaksk y los días 9 y el mismo 13 en Moscú, había habido explosiones en edificios de viviendas, matando a más de 290 personas y dejando heridas a más de 1.000.

También ese mismo día 13, se desactiva un bomba en Moscú, y el ciudadano ruso Achemez Gochiyayev (de origen karachai) llama para advertir de que, a instancias de un amigo suyo, oficial del FSB (antigua KGB), había alquilado sótanos para ser utilizados, según le dijo su amigo, como "almacenes". Llama porque se da cuenta de que los sitios donde, respectivamente, ha explotado y se ha desactivado bombas en Moscú se corresponden a sitios en los que él ha alquilado sótanos. Da aviso de dos sótanos más que había alquilado en Moscú para su amigo, sótanos en los que la policía encuentra y desactiva sendas bombas.

Ese día, el portavoz de la Duma, la Asamblea de Representantes rusa, Gennadiy Seleznyov, se refiere a las explosiones, pero, extrañamente, no menciona ninguna de las dos poblaciones afectadas, sino otra, Volgodonsk, en la que no había ocurrido nada.

Tres días después, el 16, un camión bomba hace explosión en Volgodonsk, delante de otro edificio de apartamentos, volando por los aires medio edificio, matando a 17 personas e hiriendo a 69.

El Gobierno ruso culpa a los extremistas chechenos de los atentados, que lo niegan, así como el presidente checheno, Aslan Maskhadov.

Nueve días después, el 22, se descubre y desactiva un artefacto sospechoso en un edificio de apartamentos en la ciudad de Ryazan. La policía interroga a los testigos, hace retratos robot, busca un automóvil concreto y pone controles y a todos sus efectivos a la caza de los sospechosos.

Una operadora de una centralita telefónica que conecta llamadas entre ciudades, se queda lo suficiente en línea en una de esas llamadas como para escuchar una conversación sospechosa:

-No podemos salir de la ciudad sin ser detectados.
-Separaos y salid cada uno por vuestra cuenta.

La telefonista pone sobre aviso a la policía, que comprueba el número al que se ha llamado: pertenece al FSB.

La policía detiene a tres personas que responden a las descripciones, acusadas de ser los que han colocado el artefacto. Los tres individuos, dos hombres y una mujer, resultan ser agentes del FSB.

Según los desactivadores de la bomba, que usaron un analizador de gases para intentar averiguar la composición del explosivo, ese analizador les indicó que los gases que desprendía eran compatibles con hexógeno, o RDX, un explosivo un 150% más potente que el TNT, con el aspecto similar (no idéntico) a azúcar. El equipo de desactivación de la bomba dijo que el detonador unido a los sacos de explosivo había sido preparado por profesionales, y que estaba programado con un temporizador para estallar a las 5:30 de la mañana.

El jefe local del FSB, el general Alexander Sergeev, les dijo a los habitantes del bloque de edificios que habían vuelto a nacer.

Dos días después, el 24, el director general del FSB, Nikolai Patrushev, sucesor de Putin en el cargo desde hace apenas mes y medio, dice que todo, el artefacto y la evacuación de todos los habitantes del edificio, ha sido un "simulacro de atentado terrorista", que el artefacto, puesto por ellos, "sólo contenía azúcar" y que las lecturas de analizador de gas eran "erróneas" porque el analizador "no se había limpiado con alcohol" y el jefe de los artificieros, Yuri Tkachenko, "tenía restos de RDX en las manos".

En una entrevista posterior con un periodista de investigación de Novaya Gazeta, Pavel Voloshin, Tkachenko aseguró que la versión del FSB era falsa, que la bomba era real, que el detonador era militar, que sus manos estaban libres de restos de RDX y que el analizador de gas, radiactivo, no se limpia con alcohol y que la lectura que había dado era correcta. Ese mismo periodista entrevistó a policías de la ciudad que acudieron al aviso de bomba, y ratifican que eso no era un "simulacro" y que lo que había en los sacos no era azúcar.

Los vecinos de ese bloque preguntaron por qué, si era un simulacro y la bomba era falsa, no se les dejó volver a sus pisos hasta dos días después de que la bomba fuera "desactivada", hasta después de que la "bomba falsa" fuera retirada del edificio.

Posteriormente, el FSB afirmó que el explosivo usado en los atentados había sido hecho con aluminio, fertilizante y azúcar, preparado en Chechenia, a pesar de que en las explosiones se encontraron restos de RDX.

Mas tarde, la Duma rechazó abrir comisiones de investigación sobre el incidente de Ryazan. No sólo eso: con los votos del partido del gobierno "Unidad" se sellaron durante 75 años todos los materiales y documentación referentes a ese incidente, de modo que no se puede abrir una investigación sobre él hasta pasado ese plazo.

Los atentados fueron uno de los motivos aducidos para la Segunda Guerra Chechena, conflicto que sirvió a Vladimir Putin para cobrar notoriedad pública tras ser nombrado por Boris Yeltsin como su sucesor en Agosto de 1999.

Fuentes: Wikipedia, artículos de prensa y de investigación.