Moción de censura: agítese antes de usar

Hay que hacerlo tremendamente mal para que un trepa pedante malvado y sin escrúpulos como Tamames te acabe dando pena.

Hoy este pobre señor ha convertido el Parlamento en una película de Pajares y Esteso, porque decir que esto ha sido berlanguiano sería una falta de respeto. Solo faltaba Ozores persiguiendo a alguna bedel en biquini para acabar de darle el toque final a esta vergüenza nacional. El esperpento ha sido de tal calibre que hasta El Mundo ha escrito un editorial cataclísmico criticando ferozmente la moción y advirtiendo que esto aumenta las posibilidades electorales de Podemos y PSOE. Incluso se ha podido escuchar a Federico Jímenez Losantos comparar la moción con una de las peores películas del destape español "Agítese antes de usar" y al candidato con "una gaseosa pocha".

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Qué inmenso apuro daba ver a este pobre hombre, que de haber tenido 30 años menos lo habría hecho igual de mal o peor, porque lo tremebundo de este peinabombillas, de esta veleta oxidada, es que ha tenido los santísimos cojones de venir con doble pañal geriátrico pero sin el discurso preparado. El espectáculo ha sido tan absolutamente bochornoso que hasta he sentido lástima por esa pandilla de malvados sin sesos ni corazón que lo escoltaban en el hemiciclo. Abascal y el autor ideológico de este esperpento, Espinosa de los Monteros, que tuvo la feliz ocurrencia de decirle sí al delirio de borracho que tuvo Sánchez Dragó con Tamames, no podían disimular la cara de pasmo cada vez que el ex comunista y ex ucedista abría la boca.

Cabría preguntarse cómo se justifica que, esta gente, que luego se erige en defensora de la moral de los niños y bloquea la educación sexual, se tome en serio los delirios de un abuelo que dice tener orgasmos de media hora "como los cerdos" y afirma haberse acostado con niñas, pero bueno, eso daría para otro post.

Al final de este teatrillo, periódicos como el Financial Times o el Washington Post hablaban de "esperpento" y de "peligrosas reminiscencias a tiempos pasados" e incluso el economista Paul Krugman comparaba lo de hoy con Bananas de Woody Allen.

Comunistas que ahora son de derechas, promilitares que no hicieron la mili, católicos que se divorciaron, arquitectos sin título de arquitectos, antipaguitas que cobraban paguitas y una moción de censura que ha acabado censurando al que hacía la moción hecha por un partido democrático que nunca creyó en la democracia.

En lo único que es coherente esta mafia de lamebotas, es en que son el partido que votan los mentecatos. Falta por ver cuanto necesita un mentecato para darse cuenta de que lo es.