El 4 de julio de 1989, el coronel Nikolai Skuridin, en un vuelo rutinario de entrenamiento, despegó de la base aérea soviética de Bagicz cerca de Kołobrzeg, Polonia. Durante el despegue, el postquemador falló y el motor comenzó a perder potencia. A una altura de 150 metros y descendiendo, el piloto asumió que se enfrentaba a una pérdida total de motor y se eyectó sin incidencias. El motor no había fallado completamente, y el avión continuó en el aire, volando en piloto automático en dirección oeste. El avión salió del espacio aéreo polaco, cruzando el espacio aéreo de Alemania Oriental y luego Alemania Occidental, donde fue interceptado por un par de F-15 del 32 escuadrón táctico de combate de la Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa, con base en la base aérea de Soesterberg en Holanda. Cuando el MiG-23 entró en el espacio aéreo holandés los pilotos de los F-15 notificaron que el avión no tenía piloto a bordo diciendo por radio "Definitivamente no hay ningún piloto en el avión" y continuaron la escolta hasta el espacio aéreo belga. Los F-15 de escolta recibieron instrucciones de derribar el avión sobre el Mar del Norte. Cuando el MiG se quedó sin combustible, inició un lento viraje hacia el sur. La Fuerza Aérea Francesa puso a cazas Mirage armados, en alerta para el caso de que el MiG se aproximase a territorio francés. Tras volar más de 900 km el MiG se estrelló contra una casa en Bélgica, matando a un joven de 18 años que estaba en su interior. Fuente: www.elgrancapitan.org/foro/viewtopic.php?f=111&t=26332&start=2