Mejor estar callado y parecer tonto que abrir la boca y demostrarlo

Hace mucho tiempo, en mi primer trabajo, tuve un jefe de proyecto que nos sacaba de quicio a todos. Siempre se quedaba callado en las reuniones con el cliente. Cuando se lo recriminábamos, contestaba que prefería estar callado y parecer tonto, que abrir la boca y demostrarlo.

La verdad es que el tipo era un inútil en su puesto, pero he de reconocer que su postura, dada sus limitaciones, era muy sabia. Hablar poco le permitía parecer más listo de lo que era, controlar mejor el proyecto y evitar discusiones inútiles.

Con los años he apreciado mejor aquella postura e intento aplicarla. Más de una vez me habría ido mejor hablando menos. Y meneame u otras redes sociales no son una excepción.

Estas son las reglas que me estoy marcando últimamente con el objetivo de tener discusiones más interesantes y menos crispadas.

Hablar menos y escuchar más, especialmente de los expertos. Por meneame corre gente muy, pero que muy top. Entran aquí a hacer lo mismo que todos, leer algo, informarse y pasar el rato. Es un placer leerles, pero para ello hemos de crear el ambiente adecuado. No apetece dar opiniones fundadas entre decenas de comentarios pasivoagresivos de gente que pontifica sin conocimiento del tema.

Todos tenemos nuestra opinión. Si yo digo A y alguien me contesta "no A", no tiene demasiado sentido continuar discutiendo al respecto, como mucho matizar en un comentario más. Las discusiones no se ganan ni se pierden, no aporta nada continuar ad infinitum defendiendo una postura. Lo mejor suele ser dejarlo ahí para que otros lectores se formen su opinión y, quizás, puedan aportar algo nuevo.

No desvirtuar las conversaciones. Centrarse en el tema de conversación. Todos sabemos ya que China y Rusia no son comunistas, que los neoliberales tienen la culpa de todo (aunque no sepamos como es uno) y que el paguitas no hizo la mili. Sacarlo a cuento en cada discusión es muy cansino y se utiliza para desviar la conversación y no tocar el tema que no interesa.

Insultos que no me atrevería decir a la cara. Probablemente me partirían la cara si en bar si le soltase a un desconocido un: "no te enteras de nada", "que tienes en la cabeza" o "eso es un invent". Lo normal en meneame es que te caiga un negativo.

Distinguir entre una opinión y una afirmación fundada. Los echos pueden discutirse o matizarse. Las opiniones también, pero con respeto.

Y dicho todo esto, no corráis a buscar mi historial de conversaciones porque ya os digo a priori que soy un pecador y mi voluntad es débil. Pero me esfuerzo.